EDITORIAL: GOLPE BAJO A LA INDUSTRIA TEXTIL.
Otros países han avanzado más rápido que el Perú en impulsar su producción de alta gama.
En riesgo. Las exportaciones textiles –que incluyen prendas de vestir, tejidos, fibras e hilados– figuran entre las más golpeadas por la situación económica de sus principales mercados: Estados Unidos y la Unión Europea. Entre enero y marzo, sus envíos se redujeron 23.3%, la caída más pronunciada entre todos los sectores no tradicionales, además que acumularon ocho meses consecutivos en rojo.
Estos resultados son preocupantes, pues según la Asociación de Exportadores (ADEX), están en juego 400,000 puestos de trabajo en el rubro de confecciones, que es el de mayor presencia y relevancia por los montos exportados, pero principalmente por la mayor especialización de la mano de obra. Se espera que a medida que la recuperación se asiente en los mencionados mercados, la demanda retome su dinamismo previo a la crisis del 2008, aunque debido a sus costos más competitivos, los proveedores asiáticos y centroamericanos han logrado ocupar nichos que antes pertenecían a las prendas peruanas.
No se puede culpar a los consumidores estadounidenses y europeos por preferir ropa más barata, cuando sus ingresos reales se encuentran estancados y tienen necesidades más importantes que cubrir. Pero sí es preciso llamar la atención al Gobierno por continuar demorando el impulso de la competitividad de nuestros textiles, pues además de los sobrecostos laborales, los exportadores tienen que afrontar cargas administrativas y de envío que encarecen sus productos.
Si bien la principal ventaja competitiva del sector es la calidad, otros países han avanzado más rápido que el Perú en impulsar su producción de alta gama, como, por ejemplo, Colombia, que ha desarrollado un clúster textil y ha incrementado la intensidad de sus campañas de promoción –que incluyen ferias de magnitudes mucho mayores que las nuestras–. Es que una estrategia de marketing efectiva en épocas difíciles es mantener la visibilidad y atraer nuevos compradores.
Antes que pensar en abrir nuevos frentes –como las fibras sintéticas y los tejidos planos– sería recomendable hacer los ajustes necesarios en temas de costos de producción y promoción.
Fuente: Diario Gestión